Nuestros labios se fundieron en un beso. Un largo y pasionado beso. Nuestro mundo se esfumó, sólo esixtíamos ella y yo. La abracé, a atraje junto a mí. La rosa cayó al suelo, no le di importancia, ahora sólo quería disfrutar de ella, de su boca. Comenzó a acariciarme el cuello, yo también lo hice. Unos segundos después nos separamos, nos recuperamos y nos miramos. Ella me miraba sorprendida, confundida. Su mirada se clavó en mis ojos. Yo le sonreí. Ella no lo hizo, permaneció mirándome y se fue sin más de aquel bar. Dejándome sólo con aquella triste rosa tirada en el suelo. La rosa que había visto nuestra primera muestra de amor. Y espero que no la última.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Entro en la habitación y cierro con llave. Me quedo apoyada en la puerta durante unos segundos. ¿Qúe me pasa? Ni siquiera soy consciente de lo que pasa a mi alrededor. Ni siquiera sé por qué he salido corriendo de aquel bar. Ni siquiera sé por qué le besé. Me siento confundida. No sé qué hacer a partir de ahora. Esto no tenía que pasar, no. Yo iba a buscar trabajo. Sólo eso. Yo quería comenzar una nueva vida. Salir y olvidarme de todo. Esto era lo que quería hacer. Félix me gusta, pero no sé si podría funcionar. Tengo miedo de que me hagan daño.
<<Ahora te da miedo aferrarte al amor aunque solo sea por segundo, por miedo a caer de nuevo en la tragedia y que te vuelvan a hacer daño>>
Miedo. Pero es Félix, ¿de qué tengo miedo? Él ha demostrado ser una migo, aunque aún no lo conozco demasiado pero... La rosa azul, aquel beso, su cariño el calor de sus labios. Me gusta, pero estoy muy confusa y no sé enlazar todo esto de una forma razonable. Mi cabeza dice que sí, pero mi corazón me lo impide.
Suspiro. Comienzo a vagar por la habitación. Voy hasta el baño y me miro en el espejo, igual que cuando estaba en mi piso. Mi piso... aún no hace ni un día desde que me fui y todo lo que me ha pasado... ¿Echo de menos mi antigua vida? Quizás, pero esta tampoco está tan mal. Quizás tendría que darle una oportunidad, quién sabe.
<< Mírate. Mira cómo has cambiado. No, no por fuera, sino por dentro. Esto te está cambiando Violeta. Y no debes renunciar a los cambios>>
Es verdad, no debo renunciar a cambiar. De echo, ¿no era eso lo que pretendía viniéndome aquí? Yo quería cambiar para olvidar a Álex, a Alicia... todo. ¿Debería darle una oportunidad a Félix?
Llaman a la puerta. Me dirijo hacia ella con desgana, ahora no quiero hablar con nadie. Cuando llego allí, la abro pero allí no hay nadie. Giro la cabeza para ver a los lados, pero nada. No hay nadie. Entonces miro al suelo y me encuentro tirada en él, la rosa azul. Aquella rosa azul. Mis ojos se empañan un poco y sonrío con pena. La cojo y cuando la tengo entre mis dedos noto un leve pinchazo en uno de ellos. Observo y veo que me he hecho sangre. Me he pinchado con una espina. Me froto el dedo dolorido y aparto el pequeño rastro de sangre, pero la herida está abierta y ahora tardará en sanar.
<< Esto me suena...>>- Pienso- <<Debe ser el karma>>
Aunque mi corazón esté herido, Félix no tiene que pagar por ello. Tengo que darle una oportunidad. Lo intentaré. Cambiaré, cumpliré mi objetivo. Fase tres: Salir y olvidarse de todo.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Entro en la habitación y cierro con llave. Me quedo apoyada en la puerta durante unos segundos. ¿Qúe me pasa? Ni siquiera soy consciente de lo que pasa a mi alrededor. Ni siquiera sé por qué he salido corriendo de aquel bar. Ni siquiera sé por qué le besé. Me siento confundida. No sé qué hacer a partir de ahora. Esto no tenía que pasar, no. Yo iba a buscar trabajo. Sólo eso. Yo quería comenzar una nueva vida. Salir y olvidarme de todo. Esto era lo que quería hacer. Félix me gusta, pero no sé si podría funcionar. Tengo miedo de que me hagan daño.
<<Ahora te da miedo aferrarte al amor aunque solo sea por segundo, por miedo a caer de nuevo en la tragedia y que te vuelvan a hacer daño>>
Miedo. Pero es Félix, ¿de qué tengo miedo? Él ha demostrado ser una migo, aunque aún no lo conozco demasiado pero... La rosa azul, aquel beso, su cariño el calor de sus labios. Me gusta, pero estoy muy confusa y no sé enlazar todo esto de una forma razonable. Mi cabeza dice que sí, pero mi corazón me lo impide.
Suspiro. Comienzo a vagar por la habitación. Voy hasta el baño y me miro en el espejo, igual que cuando estaba en mi piso. Mi piso... aún no hace ni un día desde que me fui y todo lo que me ha pasado... ¿Echo de menos mi antigua vida? Quizás, pero esta tampoco está tan mal. Quizás tendría que darle una oportunidad, quién sabe.
<< Mírate. Mira cómo has cambiado. No, no por fuera, sino por dentro. Esto te está cambiando Violeta. Y no debes renunciar a los cambios>>
Es verdad, no debo renunciar a cambiar. De echo, ¿no era eso lo que pretendía viniéndome aquí? Yo quería cambiar para olvidar a Álex, a Alicia... todo. ¿Debería darle una oportunidad a Félix?
Llaman a la puerta. Me dirijo hacia ella con desgana, ahora no quiero hablar con nadie. Cuando llego allí, la abro pero allí no hay nadie. Giro la cabeza para ver a los lados, pero nada. No hay nadie. Entonces miro al suelo y me encuentro tirada en él, la rosa azul. Aquella rosa azul. Mis ojos se empañan un poco y sonrío con pena. La cojo y cuando la tengo entre mis dedos noto un leve pinchazo en uno de ellos. Observo y veo que me he hecho sangre. Me he pinchado con una espina. Me froto el dedo dolorido y aparto el pequeño rastro de sangre, pero la herida está abierta y ahora tardará en sanar.
<< Esto me suena...>>- Pienso- <<Debe ser el karma>>
Aunque mi corazón esté herido, Félix no tiene que pagar por ello. Tengo que darle una oportunidad. Lo intentaré. Cambiaré, cumpliré mi objetivo. Fase tres: Salir y olvidarse de todo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario